Adenoma de próstata

El adenoma de próstata, también llamado hiperplasia prostática benigna (HPB), es extremadamente común en hombres mayores de 40 años. Con esta enfermedad, se produce un crecimiento benigno del tejido glandular de la próstata, que puede provocar la compresión de la uretra, la salida de orina de la vejiga y, como resultado, molestias al orinar. El adenoma de próstata también puede causar problemas graves de vejiga y riñón.

próstata sana y con adenoma

Este artículo examina las causas y los síntomas del adenoma de próstata, así como los métodos modernos de diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad. Existen muchos tratamientos efectivos para la hiperplasia prostática benigna, que incluyen no solo la terapia con medicamentos y la cirugía abierta, sino también los métodos quirúrgicos mínimamente invasivos. Cuando aparezcan los primeros síntomas de la enfermedad, debe consultar a un médico que tendrá en cuenta sus síntomas, el tamaño de la hiperplasia, así como su salud general y le ofrecerá la opción de tratamiento más óptima.

Las razones

Hasta ahora, no está del todo claro qué causa exactamente el agrandamiento de la próstata. Sin embargo, esto puede deberse a un cambio en el equilibrio de las hormonas sexuales en el cuerpo masculino. A lo largo de su vida, los hombres producen tanto testosterona, la hormona masculina, como pequeñas cantidades de estrógeno, la hormona sexual femenina. A medida que el cuerpo envejece, la cantidad de testosterona activa en la sangre disminuye, mientras que la cantidad de estrógeno permanece aproximadamente al mismo nivel. Los estudios han demostrado que una mayor proporción de estrógeno que ingresa a la glándula prostática puede aumentar la actividad de sustancias que aceleran el crecimiento de las células prostáticas.

adenoma de próstata en un hombre

Otra teoría apunta al papel de otra hormona sexual masculina, la dihidrotestosterona, que es importante para el desarrollo y crecimiento de la próstata a una edad más temprana. Algunos estudios han demostrado que incluso cuando los niveles de testosterona en la sangre comienzan a descender, todavía hay un alto nivel de dihidrotestosterona en la glándula prostática, lo que puede hacer que las células prostáticas sigan creciendo.

La glándula prostática se encuentra directamente debajo de la vejiga. La uretra (o uretra), que drena la orina de la vejiga, pasa por el centro de la glándula prostática. Es debido a esta estructura anatómica que una próstata agrandada puede bloquear el flujo de orina.

Los factores de riesgo de agrandamiento de la próstata pueden ser:

  1. Edad. Los hombres menores de 40 años rara vez presentan síntomas de agrandamiento de la próstata. Aproximadamente el 30% de los hombres experimentan síntomas leves a los 60 años y aproximadamente el 50% a los 80 años.
  2. La presencia de HBP en familiares. Si sus parientes consanguíneos, como un padre o un hermano, tienen problemas con la glándula prostática, esto significa que también puede tener un mayor riesgo de desarrollar hiperplasia prostática.
  3. Otras afecciones médicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares y disfunción eréctil. Las investigaciones muestran que la diabetes, la disfunción eréctil y las enfermedades cardíacas y vasculares pueden, en algunos casos, aumentar el riesgo de desarrollar HPB.
  4. Estilo de vida. La obesidad aumenta el riesgo de HPB y el ejercicio puede reducir este riesgo.

Sin embargo, la presencia de ninguno de los factores anteriores no es motivo para creer que definitivamente desarrollará un adenoma de próstata.

Síntomas

La gravedad de los síntomas en diferentes personas con adenoma de próstata es diferente.

Los signos y síntomas comunes de la HPB incluyen:

  • necesidad frecuente o urgente de orinar.
  • un aumento en la frecuencia de la micción nocturna (nicturia).
  • incapacidad para vaciar completamente. vejiga.
  • la presencia de un volumen de orina residual en la vejiga.
  • un chorro de orina débil o interrupción intermitente al orinar.
  • dificultad para comenzar a orinar.
  • pérdida de orina al final de la micción.
  • Infecciones frecuentes del tracto urinario.
  • incapacidad total para orinar (anuria).
  • la presencia de sangre en la orina (hematuria).

Vale la pena saber que el tamaño de la glándula prostática no determina necesariamente la gravedad de sus síntomas. Algunos hombres con una próstata levemente agrandada pueden tener síntomas graves, mientras que otros hombres, incluso con una próstata muy agrandada, pueden tener síntomas leves. Casi todos los pacientes experimentan un empeoramiento gradual de los síntomas con el tiempo. Es extremadamente raro que los síntomas se estabilicen o incluso mejoren con el tiempo.

Diagnósticos

Si sospecha de BPH, su médico le hará preguntas detalladas sobre sus síntomas y le realizará un examen físico. Esta fase inicial puede incluir:

  1. Una encuesta para identificar síntomas y factores de riesgo de la enfermedad.
  2. Examen rectal digital. Para evaluar el tamaño y la forma de la glándula prostática, el médico deberá insertar un dedo en el recto. Este estudio es extremadamente informativo y le permite llegar a una conclusión inicial sobre el estado de la glándula prostática.
  3. Análisis de orina. El análisis de su muestra de orina puede ayudar a descartar una infección u otras afecciones que puedan estar causando síntomas similares.
  4. Prueba de sangre. Los resultados de los análisis de sangre pueden indicar problemas renales.
  5. Análisis de sangre para el antígeno prostático específico (PSA). El PSA es una proteína producida únicamente por el tejido prostático. Cuando la próstata está sana, se encuentra muy poco PSA en la sangre. La prueba se puede realizar en un laboratorio, hospital o consultorio médico. No se requiere entrenamiento especial. Un aumento rápido de los niveles de PSA puede ser una señal de que se está produciendo un crecimiento rápido del tejido prostático. La HPB es una de las posibles causas de los niveles altos de PSA. La inflamación de la próstata, o prostatitis, es otra causa común de niveles altos de PSA.

Después del examen inicial y las pruebas necesarias, su médico puede recomendar pruebas adicionales para confirmar la HPB y descartar otras afecciones. Estas pruebas pueden incluir:

  1. Examen urodinámico. En este estudio, el paciente orina en un recipiente conectado a un aparato especial que mide la fuerza y el volumen del chorro durante la micción. Los resultados de la prueba le ayudan a seguir el progreso de la enfermedad, determinando si su condición está mejorando o empeorando.
  2. Prueba de volumen de orina residual. Esta prueba muestra si puede vaciar la vejiga por completo. La prueba se puede realizar con una ecografía o insertando un catéter en la vejiga después de haber orinado para medir la cantidad de orina que queda en la vejiga.
  3. Llevar un diario de micción de 24 horas. Registrar su frecuencia urinaria y la cantidad de orina puede ser especialmente útil si más de un tercio de su micción ocurre durante la noche.
  4. Examen de ultrasonido transrectal. En este caso, se inserta una sonda de ultrasonido en el recto para medir el tamaño y evaluar el estado de la próstata.
  5. Examen de la vejiga (cistoscopia). En esta prueba, se inserta un catéter flexible con una cámara en el extremo (cistoscopio) en la uretra, lo que permite al médico ver el interior de la uretra y la vejiga.
  6. Biopsia de próstata. Puede ser necesario tomar muestras de tejido prostático para descartar cáncer de próstata.

Tratamiento

Hay muchas opciones de tratamiento diferentes para la HPB. Juntos, usted y su médico deben decidir qué tratamiento es mejor para usted. A veces, una combinación de diferentes tratamientos funciona mejor. Es posible que los casos leves de HPB no necesiten tratamiento.

Los principales tratamientos para la HPB son:

  • Seguimiento activo del curso de la enfermedad.
  • Terapia de drogas.
  • Cirugía mínimamente invasiva.
  • Intervenciones quirúrgicas.
  • Vigilancia activa.

Si su médico elige esta opción, su condición médica será monitoreada de cerca sin ningún medicamento ni cirugía. Además, será examinado anualmente. Si sus síntomas empeoran o aparecen nuevos síntomas, su médico puede sugerirle que comience un tratamiento activo. Los hombres con síntomas leves pueden ser buenos candidatos para la vigilancia activa. Los hombres con síntomas leves que no les molestan también son buenos candidatos.

La ventaja de este enfoque es que no hay efectos secundarios, pero existe la posibilidad de que sea más difícil reducir los síntomas más adelante.

Terapia medica

Bloqueadores alfa

Los alfabloqueantes son medicamentos que relajan los músculos de la uretra, la próstata y la vejiga. Mejoran el flujo de orina y reducen los síntomas de BPH sin afectar el tamaño de la próstata. Los alfabloqueantes incluyen alfuzosina, terazosina, doxazosina y tamsulosina.

Uno de los beneficios de los bloqueadores alfa es que comienzan a actuar inmediatamente después de tomarlos. Los efectos secundarios pueden incluir mareos, cansancio y problemas de eyaculación.

Los hombres con HPB de moderada a grave y los hombres que están preocupados por sus síntomas son buenos candidatos para comenzar la terapia con alfabloqueantes.

Inhibidores de la 5-alfa reductasa

Los inhibidores de la 5-alfa-reductasa son medicamentos que bloquean la producción de dihidrotestosterona, una hormona masculina que puede acumularse en la próstata y hacer que crezca. Estos medicamentos reducen el tamaño de la próstata y aumentan el flujo de orina. Estos medicamentos incluyen finasterida y dutasterida.

Estos medicamentos reducen significativamente el riesgo de complicaciones de la HPB. También hacen que sea menos probable que necesite cirugía en el futuro. Los efectos secundarios incluyen disfunción eréctil y disminución de la libido (deseo sexual). Sin embargo, deberá seguir tomando las píldoras para prevenir la recurrencia de los síntomas de la enfermedad.

Terapia de combinación

En la terapia de combinación, los bloqueadores alfa y los inhibidores de la 5-alfa reductasa se usan juntos. Las posibles combinaciones de fármacos incluyen finasterida y doxazosina, o dutasterida y tamsulosina. Su urólogo también puede recetarle una combinación de alfabloqueantes y medicamentos llamados bloqueadores de los receptores muscarínicos si tiene síntomas de vejiga hiperactiva. Con una vejiga hiperactiva, los músculos de la vejiga se contraen de manera incontrolable y provocan un aumento de la frecuencia urinaria, un impulso repentino de orinar e incontinencia urinaria. Los fármacos antimuscarínicos son medicamentos que relajan los músculos de la vejiga.

La terapia combinada mejora significativamente los síntomas y evita que la HPB empeore. Sin embargo, vale la pena recordar que cada medicamento puede causar efectos secundarios. Es posible que tenga más efectos secundarios con dos medicamentos que si solo tomara uno.

Tratamientos alternativos

Los profesionales de la salud no recomiendan la automedicación, el uso de la medicina tradicional o el tratamiento con diversas hierbas (medicina a base de hierbas). Muchos estudios muestran que el uso de dicho tratamiento no es efectivo y, en algunos casos, puede causar un daño irreparable. Además, las hierbas y los suplementos dietéticos (suplementos dietéticos) no pasan por el mismo proceso de prueba que los medicamentos. Como resultado, la calidad y pureza de los suplementos de venta libre pueden variar.

Intervenciones quirúrgicas mínimamente invasivas

Las intervenciones mínimamente invasivas se realizan con anestesia mínima y sugieren una recuperación más rápida. Muy a menudo, el procedimiento se puede realizar directamente en el consultorio del médico o en un centro ambulatorio.

El alivio inmediato de los síntomas es el mayor beneficio de la cirugía mínimamente invasiva. Muchos hombres experimentan un mejor control del flujo urinario y de la vejiga después de una cirugía mínimamente invasiva. Si tiene problemas urinarios, obstrucción del tracto urinario, cálculos en la vejiga, sangre en la orina, volumen de orina residual en la vejiga después del vaciado o no ha notado el efecto de la medicación, la intervención mínimamente invasiva puede ser el siguiente paso en el tratamiento de la enfermedad.

Sin embargo, vale la pena saber que cualquier intervención quirúrgica, incluidas las mínimamente invasivas, tiene un riesgo de efectos secundarios, que incluyen:

  • Infecciones del tracto urinario.
  • Sangre en la orina.
  • Sensación de ardor al orinar.
  • La necesidad de un vaciado más frecuente de la vejiga.
  • Necesidad repentina de orinar.
  • Disfunción eréctil.

Las técnicas de cirugía mínimamente invasiva incluyen:

  1. Elevación uretral prostática (o técnica PUL): este procedimiento utiliza una máquina especial para colocar pequeños implantes en la glándula prostática. Estos implantes elevan y mantienen la próstata agrandada más alta y en esta posición, mientras que se reduce la presión sobre la uretra y mejora el flujo de orina. En este caso, no hay destrucción o remoción del tejido prostático. La PUL se puede realizar con anestesia local y general. La mayoría de los pacientes notan una mejoría de los síntomas en 2 semanas. En algunos casos, puede haber dolor o sensación de ardor al orinar, sangre en la orina o un impulso constante y fuerte de orinar. Estos efectos secundarios generalmente se resuelven en dos a cuatro semanas. Los pacientes con antecedentes de otros problemas de salud o los pacientes con alto riesgo de cirugía pueden ser buenos candidatos para la elevación de la uretra prostática.
  2. Termoterapia transuretral por microondas (o TUMT): este procedimiento utiliza microondas para destruir el tejido prostático. Primero, el médico inserta un catéter a través de la uretra hasta la glándula prostática y luego un radiador integrado en el catéter envía microondas para calentar áreas seleccionadas de la próstata. El calor destruye el exceso de tejido prostático. Este procedimiento generalmente no requiere anestesia y el riesgo de efectos secundarios es mínimo.
  3. Ablación por convección con vapor de agua (terapia de Rezum) para la patología de la próstata: este procedimiento utiliza energía térmica para destruir el exceso de tejido prostático. Al mismo tiempo, el agua esterilizada dentro de un dispositivo portátil especial se calienta a una temperatura justo por encima del punto de ebullición cuando se convierte en vapor. Este vapor caliente provoca una rápida muerte celular. El tratamiento se puede realizar en el consultorio de un médico con anestesia local. Después del procedimiento, es posible que tenga algo de sangre en la orina durante algún tiempo y también deberá usar el catéter durante varios días. La micción dolorosa o frecuente después del procedimiento debería desaparecer en aproximadamente 3 semanas. Los efectos secundarios sexuales como la disfunción eréctil son poco probables.

Procedimientos quirúrgicos tradicionales

Las intervenciones quirúrgicas con la eliminación de parte del tejido prostático se realizan cuando otros métodos de terapia son ineficaces, con síntomas extremadamente pronunciados (por ejemplo, cuando es completamente imposible orinar). Éstas incluyen:

  • Resección transuretral de próstata (RTUP)

    La RTUP es uno de los procedimientos más comunes para la HPB. En esta operación, después de realizar la anestesia, el cirujano inserta un instrumento delgado especial a través del glande del pene hasta la uretra. Con esta herramienta, el médico elimina el exceso de tejido prostático. Después del procedimiento, por lo general, debe usar el catéter durante 1 a 2 días. El efecto de dicho tratamiento suele durar 15 años o más. Como cualquier otra cirugía, la RTUP tiene efectos secundarios y la anestesia utilizada en la intervención conlleva cierto riesgo. Los efectos secundarios de la RTUP pueden incluir eyaculación retrógrada, disfunción eréctil, infecciones posoperatorias del tracto urinario e incontinencia urinaria. La recuperación completa toma de 4 a 6 semanas.

  • Enucleación de la próstata con láser

    En este procedimiento, el cirujano coloca un instrumento delgado a través del pene hasta la uretra. Un láser insertado en el instrumento destruye el exceso de tejido prostático. Sin embargo, al igual que con la resección transuretral de la próstata, no se requieren incisiones. La recuperación de la enucleación con láser es muy rápida, pero después de eso, es posible que durante varios días tenga sangre en la orina y micción frecuente o dolorosa. Este procedimiento también requiere anestesia, que está asociada con ciertos riesgos.

  • Cirugía para extirpar la próstata

    En la actualidad, las operaciones para extirpar la próstata de la BPH en los hombres se realizan en muy raras ocasiones con la ineficacia de todos los demás métodos de terapia. Estas cirugías conllevan riesgos y efectos secundarios significativos, que incluyen disfunción urinaria, disfunción eréctil y complicaciones graves durante la cirugía en sí.

Complicaciones

La falta de atención médica oportuna para la HPB puede provocar el desarrollo de complicaciones graves, que incluyen:

  • Incapacidad repentina y completa para orinar (retención urinaria, anuria). En esta condición, puede ser necesario insertar un catéter en la vejiga para permitir que la orina drene de la vejiga desbordada. En algunos casos, también puede ser necesaria una cirugía para reducir la retención urinaria.
  • Infecciones del tracto urinario. No vaciar completamente la vejiga puede aumentar el riesgo de desarrollar infecciones del tracto urinario.
  • Piedras en la vejiga. Los cálculos en la vejiga también se forman debido a la incapacidad de vaciar completamente la vejiga. Las piedras pueden causar infecciones, irritación de la vejiga, sangre en la orina y una mayor obstrucción del flujo de orina.
  • Daño a la vejiga. Si se vacía por completo, la vejiga se puede estirar, lo que con el tiempo conduce a un debilitamiento de su pared muscular. Como resultado, la vejiga se vuelve incapaz de contraerse adecuadamente, lo que dificulta aún más su vaciado.
  • Daño en el riñón. La retención de orina puede causar un aumento de la presión en la vejiga y un reflujo de orina a los riñones, lo que puede dañar directamente los riñones o aumentar el riesgo de desarrollar infecciones. Estas complicaciones son extremadamente graves y pueden durar toda la vida.

La mayoría de los hombres con agrandamiento de la próstata rara vez desarrollan estas complicaciones, pero tenga en cuenta que muchas complicaciones, incluida la retención aguda de orina o el daño renal, pueden representar una seria amenaza para su salud y su vida. Si experimenta algún síntoma de la enfermedad, debe consultar inmediatamente a un médico.

Dieta y prevención del desarrollo de adenoma de próstata.

Desafortunadamente, no existe una forma confiable de prevenir el desarrollo del adenoma de la próstata, pero la pérdida de peso y la nutrición adecuada con un alto contenido de frutas y verduras en la dieta pueden reducir la tasa de agrandamiento de la próstata. Esto puede deberse al hecho de que el exceso de tejido adiposo en el cuerpo puede elevar el nivel de hormonas y otros factores en la sangre y estimular el crecimiento de las células prostáticas. La actividad física constante también ayuda a controlar el peso y los niveles hormonales, reduciendo así el riesgo de desarrollar adenoma de próstata.